Seriamente divertida: conoce a Jael Casiano, el corazón tras los eventos del Precinto 4

19 Sep, 25

Si alguna vez han bailado al ritmo de la música en un festival del Precinto 4, han visto cómo se iluminaba el rostro de sus hijos en el puesto de una artista de globos o se han llevado a casa un amigo de cuatro patas después de visitar el autobús de adopción en uno de los múltiples eventos del Precinto 4, ya experimentaron un poco de la magia de Jael Casiano.

Como mánager de eventos del Precinto 4, Jael es una de las mentes maestras detrás de algunos de los encuentros comunitarios más importantes y significativos del Precinto. Desde las celebraciones del patrimonio cultural y los bailes de San Valentín hasta las ferias comunitarias de regreso a clases y las noches de cine en los centros comunitarios, Jael y su equipo son el motor que hace posible convertir las ideas en experiencias inolvidables.

Su herencia hispana brilla con luz propia

Este mes, en el que celebramos el Mes de la Herencia Hispana, es especialmente oportuno destacar a Jael, no solo por los eventos que organiza junto a su equipo, sino también por su herencia cultural y el corazón que aporta a su trabajo cada día.

Las raíces de Jael están arraigadas profundamente en Houston. La menor de siete hermanos, Jael creció en Alief, un área diversa de Houston de la que aún hoy conserva gratos recuerdos. Sus padres nacieron en Coatepec de Los Costales, un pueblo de Guerrero, México, mientras que la mayor parte de su familia extendida es originaria de Iguala, Guerrero. Aunque muchos de ellos viven ahora en Estados Unidos, las tradiciones que trajeron consigo siguen muy vivas. 

«La familia lo es todo. Incluso ahora, nos reunimos a menudo para compartir comida (¡el pozole de mi madre es el mejor!), risas y tiempo juntos», asegura Jael.

Empoderar a la gente es su vocación

Antes de incorporarse al Distrito 4, Jael trabajó como coordinadora comunitaria de registro de votantes para la Oficina de la Secretaría del Condado de Harris, Departamento de Elecciones. Su misión era brindar las herramientas y los conocimientos necesarios para participar en el proceso democrático a las comunidades desfavorecidas de zonas como Gulfton y Sharpstown. Jael, la cara visible tras la mesa de información en tiendas de comestibles o en clínicas, siempre se centraba en una cosa: empoderar a la gente.

Esa misma pasión por mejorar la vida de las personas impulsa su trabajo hoy en día.

«La parte más divertida de mi trabajo es ofrecer actividades gratuitas y accesibles a la comunidad. No se trata solo de divertirse. Se trata de crear experiencias significativas», afirma.

Y, de hecho, esas actividades son muy significativas. En cualquier evento, es posible encontrar controles médicos, exámenes de la vista o incluso un bus móvil de adopción de mascotas del Condado Harris. A Jael le brillan los ojos cuando habla de las familias que se van con algo más que recuerdos. A veces salen del evento con una nueva mascota o información que podría cambiar sus vidas.

Sin embargo, son los pequeños momentos los que se le quedan grabados.  «Me encanta ver a los niños con la cara pintada o cuando bailan al son de la música en vivo. Esa alegría es contagiosa y me recuerda por qué hacemos lo que hacemos», dice.

Pero no se dejen engañar por la buena organización. Estos eventos no se improvisan de la noche a la mañana.

Jael explica que «la gente no siempre ve los meses de planificación que hay detrás de cada evento. Empezamos entre cuatro y seis meses antes, a veces incluso antes si se trata de almuerzos más grandes. Y siempre tenemos que estar preparados para lo inesperado, sobre todo durante la temporada de huracanes».

Ustedes pueden presenciar toda esta planificación y preparación este mes, durante el tercer Festival Anual del Mes de la Herencia Hispana del Precinto 4 el sábado 27 de septiembre en Bayland Park, el segundo para Jael desde que comenzó a trabajar para este distrito en 2024.

La familia y la vida hogareña ocupan un lugar central 

Cuando no está organizando eventos a gran escala, Jael encuentra la paz en los espacios verdes de Houston y se relaja en casa con su marido y sus dos gatos, Shizuku y Catu

«Mis gatos son mi alivio para el estrés. Solo con ver sus caritas después de un largo día, todo mejora».

Pasar tiempo con sus padres es otro de los momentos más destacados del día para Jael. Admira profundamente la resiliencia con que asumen la vida y les agradece los sacrificios que hicieron por ella y sus hermanos. Su madre y su padre encarnan el espíritu del sueño americano, ya que llegaron a este país casi sin nada y trabajaron incansablemente para construir una vida llena de oportunidades. Gracias a su determinación, proporcionaron a su familia acceso a la educación, un hogar estable y la promesa de un futuro mejor.

Ahora, cada vez que Jael visita a sus padres en Alief, pasea con ellos por Arthur Storey Park o ve a una familia regresando a casa con una nueva mascota, o a un niño lleno de emoción por una mochila nueva, libros y lápices de colores, siente una profunda sensación de satisfacción. Es en estos momentos cotidianos cuando ve que el fruto de su vida y su carrera. Desde los sacrificios de sus padres hasta su papel en el Precinto 4, cada paso la ha llevado a este propósito: ayudar a mejorar la vida de las personas con corazón, dedicación, e incluso un poco de diversión en el camino.